Al igual que para los seres humanos, la adaptabilidad es también el objetivo central de las organizaciones y se rige por los mismos principios que nuestra biología. Hoy en día, el manejo del estrés, las emociones, los sesgos cognitivos y la generación de una mentalidad abierta al cambio es igualmente importante que la última línea al final del año.
Vivimos en una sociedad silenciosa y progresivamente, el cerebro es impactado por el estrés. ¿Qué hacer para manejarlo y mitigarlo? El consultor asociado de CIS, Léon Guzmán, quien es sicólogo, MIT Neuroscience for Bussiness y neurocoach, comenta que a la batería ya existente de intervenciones organizaciones, se suman sistemas biosociotécnicos inteligentes, capaces de obtener información sobre nuestros niveles de estrés, lo que es extremadamente útil al momento de diseñar estrategias de adaptabilidad y gestión del cambio en equipos de trabajo:
“Estas máquinas pueden medir el estrés de manera precisa, y entregarnos valiosa información para diseñar e implementar en los equipos acciones que logren restablecer el equilibrio emocional, motivación y capacidad de acción, entre otras medidas”.
Enfatiza que gracias al avance en la neurociencia, psicología, biotecnología y machine learning, es posible plantear a nivel organizacional el uso conjunto de diversas metodologías para identificar y cuantificar diferentes mind set, emociones y respuestas a estímulos o condiciones laborales para generar las mejores condiciones para la mitigación de estresores y desarrollo de nuevos aprendizajes adaptativos. En otras palabras, gracias a la biotecnología es posible leer y entender los principios del cerebro, y aplicarlo al manejo del estrés.
“Por lo mismo, es muy relevante para las empresas poder leer el estrés de las personas de sus equipos. De esta manera, se pueden implementar programas y estrategias que contribuyan a mejorar el bienestar emocional y la productividad al interior de las organizaciones”, concluye León Guzmán.
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