Fecha de publicación
junio 10, 2025
Por Marcos Lima, socio de CIS Consultores
Es evidente que la minería, el cobre, sigue siendo la “viga maestra” o el “sueldo” de Chile, a pesar del relumbrón que fue, hace un par de años, el litio. Revisemos cifras y proyecciones.
Buenas noticias se recibieron respecto del Imacec del mes de abril, el cual mostró un avance del 2,5% respecto del mismo mes del año anterior. Al decir de Pulso de La Tercera: “Economía sorprende al alza en abril y expertos anticipan Imacec de hasta 4,5% para mayo”.
¿Sería posible este escenario de recuperación, sin el aporte sustantivo de la minería? Indudablemente no; es el sector que empuja el carro. Como hemos dicho en otras oportunidades, la minería es el motor de la economía nacional.
Analicemos algunas cifras. En el citado crecimiento de abril, la minería aporta 0,9%, es decir, el 36% del total, muy por encima de su incidencia en el PIB, mostrando la fortaleza del sector, que se recupera de varios años en que la producción minera había decrecido llegando el año pasado a estabilizarse en torno a los 5,5 millones de toneladas de cobre fino.
Otro indicador relevante son las cifras de inversión para los próximos años, reflejadas en los datos del informe trimestral a marzo de cada año, de la Corporación de Bienes de Capital (CBC), para los siguientes cinco años:
Las cifras muestran la espectacular recuperación —aumento en cerca de un 150%— de la inversión minera en los últimos dos años, la que, junto a energía, ya superan el 50 % de la inversión en grandes proyectos (+ de US$15 MM y US$ 5 en el sector inmobiliario).
No solo la minería brilla en el crecimiento y la inversión. También es fundamental en su aporte a las finanzas públicas, en un momento difícil, al proyectarse un aumento de la deuda pública bruta para fin de año de hasta un 42,3% del PIB.
Si revisamos los impuestos a la renta sumados al royalty minero, el aporte de la minería aumentó su contribución en un ¡¡¡ 84,5%!!! sobre los niveles del año anterior, alcanzando los $ 4.485.938 millones nominales, debido a un mejor resultado de las empresas (un precio del cobre más alto) y a la aplicación plena de una nueva ley de impuesto específico o royalty a la actividad minera.
Este último ítem alcanzó la suma de US$ 2.089 millones, de los cuales US$ 1.871 millones fueron aportados por la minería privada y US$ 218 millones por Codelco.
El aporte al Fisco de la minería privada representa un 26,7% del total recaudado en impuesto a la renta de todas las empresas del país, sin considerar el aporte de Codelco y Enami.
En otro tema, un reciente un informe de Cochilco, el cash cost (costos operacionales) para el 2024, muestra un descenso respecto del año pasado de US$ 7,2 cent/lb, aunque ello ocurre debido a disminuciones del costo de insumos y energía sumado a un alza en el precio del dólar.
Una noticia positiva adicional que, sumada a la expectativa de un mayor precio del cobre, augura un mejor resultado para las compañías mineras y por consiguiente una mayor recaudación fiscal.
Para dimensionar este efecto, cada centavo de aumento en el precio o disminución de los costos —ceteris paribus— representa más de US$ 60 millones adicionales en las arcas públicas.
Es evidente que la minería, el cobre digámoslo fuerte, sigue siendo la “viga maestra” o el “sueldo” de Chile, a pesar del relumbrón que fue, hace un par de años, el litio.
Es por ello que debemos seguir impulsando este sector, no solo por las razones expuestas, sino porque en su entorno, en el cluster minero, se desarrollan y crecen más de 9.000 empresas proveedoras y contratistas que, aunque no se contabilizan en las cuentas nacionales formando parte del sector minero, indirectamente duplican su aporte al PIB.
Chile ha sido desde siempre un país minero, aunque como se ha dicho muchas veces, administrado por agricultores. Es por ello que instamos a quienes postulan a la Presidencia de la República que coloquen en el centro de sus propuestas a la minería. Así, el país aprovechará su riqueza natural, el gran potencial del cluster, y alcanzará el anhelado desarrollo.
Fuente: Blog, Clase ejecutiva UC, 5 de junio de 2025.